"Las posibilidades expresivas de un tapiz permiten crear un lenguaje táctil y visual propio. Una manera de componer nexos que se sostienen a través de nudos y retorcimientos en unas piezas que van haciéndose a impulsos.
Este lenguaje hecho con las manos me permite ver de qué manera las fibras van adquiriendo su propio gesto, su propia ubicación a través de un movimiento natural.
Por eso pienso que existe mucha vida en ellos.
El universo textil compone una forma de expresión en el que las texturas, los colores y las formas se convierten en un lenguaje repleto de significados y sensaciones.
Por eso creo que un tapiz termina convirtiéndose en un proceso de interacción entre las propias fibras y quien las teje. No se trata de dominarlas, sino de dirigirlas hacia un lugar para que ellas mismas se acomoden.
Me gusta entender el tapiz como una especie de escritura, en la que las fibras se comportan como un texto de caligrafía propia. De hecho, la palabra "texto" procede del latín "textus", que significa entrelazar o tejer.
Textura y texto.
Cada tapiz tiene un nombre concreto, que busca conceptos que se adecúen a lo que expresan.
Esta fascinación que me produce el telar me ha permitido encontrar (en estos tiempos tan raros) un nuevo medio expresivo que quiero compartir.
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*Miembro de la Asociación de Creadores Textiles de Madrid